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miércoles, 10 de enero de 2007

Científicos españoles descubren un nuevo invertebrado cavernícola

El FEROZ DEPREDADOR DE 2 CM DE LARGO se llama 'Gollumjapyx smeagol', en honor al personaje de J.R.R.Tolkien, porque, como uno de los protagonistas de 'El señor de los anillos', el animal es de origen epigeo (exterior), pero se adaptó al medio subterráneo y evolucionó hacia una nueva especie El nuevo invertebrado tiene características propias del medio subterráneo: cutícula despigmentada, tórax y apéndices extraordinariamente largos y multiplicación de los órganos sensoriales de las antenas.
Hay cierta tradición de dedicar las especies de la fauna subterránea a algún ser mitológico. A este animal queríamos inmortalizarlo de esa forma, pero como la mitología griega y la romana están muy manidas, recurrimos a una mitología moderna
Su poderosa pinza y la flexibilidad de su cuerpo hacen de 'Gollumjapyx smeagol' un feroz depredador. Además es, con toda probabilidad, el hexápodo cavernícola (de seis patas) de mayor tamaño de la Península Ibérica, con más de dos centímetros de largo. Sus descubridores son Vicente Ortuño, investigador del Programa Ramón y Cajal de la Universidad de Alcalá, y varios miembros del Museo de Historia Natural de Valencia. El hallazgo ha sido publicado en la revista científica norteamericana 'Zootaxa', donde los científicos documentan que se trata de un nuevo género y una nueva especie desconocidos hasta ahora para la ciencia. Los primeros ejemplares del 'Gollumjapyx' se encontraron hace 25 años, pero las nuevas expediciones en el medio subterráneo han aportado más información sobre la distribución de esta especie en diferentes cuevas de Castellón y sur de la provincia de Tarragona. El estudio de este invertebrado artrópodo desde su descubrimiento hasta su presentación a la comunidad científica a través de 'Zootaxa' se ha prolongado durante tres años.

Las industrias de Nueva Jersey, posible origen del olor a gas que ayer desató el pánico en Nueva York

Ya no queda ni rastro del extraño, intenso y desagradable olor a gas que invadió la isla de Manhattan, que hizo temer a sus habitantes por una gran fuga de gas o algo mucho peor Charles Sturcken, portavoz del Departamento de Protección Medioambiental de Nueva York, ha señalado hoy que su departamento cree que el misterioso olor tuvo su origen en los muelles de Nueva Jersey, al otro lado del río Hudson. El fuerte olor se dejó sentir desde la zona baja, de Manhattan hasta Central Park, así como en algunos puntos de Nueva Jersey. Como medida de precaución, se evacuaron edificios y se suspendió el servicio de tren que une Newark y el Midtown. En un primer momento se pensó que el olor era consecuencia de una fuga de gas. Pero el alcalde, Michael Bloomberg, informó a los neoyorquinos de que ese extraño aroma no planteaba ningún riesgo y explicó que los sensores no indicaban ningún nivel peligroso. El Departamento de Seguridad Nacional también restó dramatismo a la situación diciendo que no había indicios de que el olor estuviera vinculado a una amenaza terrorista. En la era posterior al 11-S, el aroma más inusual crea psicosis entre los neoyorquinos y los medios de comunicación, por el temor a que la ciudad reviva la pesadilla de un nuevo golpe del terrorismo. Las quejas acerca del extraño olor también vinieron de Nueva Jersey, pero no fue hecha ninguna medición del aire porque el Departamento de Protección Medioambiental no disponía de localizaciones específicas para hacer sus comprobaciones, ha indicado la portavoz Elaine Makatura. Lisa Jackson, del Departamento de Protección Medioambiental de Nueva Jersey, ha dicho que en la zona de los muelles están radicadas diversas refinerías de gas y petróleo, y que un problema en las tuberías de distribución del gas natural podría ser el culpable del hedor. Para Sturcken, el olor podría haber sido causado por el mercaptano, un componente químico que se le añade al gas para facilitar la detección de posibles fugas, aunque, ha subrayado, "nada está confirmado". "Seguimos con la incógnita, aunque sabemos que el olor no fue dañino", ha afirmado. No es la primera vez que Nueva York es escenario de olores extraños. El pasado mes de agosto, una fuga de un gas no identificado afectó a algunas zonas de los condados de Queens y Staten Island, en Nueva York, lo que causó la hospitalización de siete personas. Con anterioridad, en octubre de 2005, un olor dulzón se sintió en la isla de Manhattan, Brooklyn y Staten Island, lo que movilizó a las fuerzas policiales, los bomberos y el Centro de Coordinación de Emergencias, y en aquella ocasión tampoco se pudo determinar la procedencia del gas. Fuente: El País